Entiendo el arte como un medio a través del que canalizar memorias y vivencias. Al mismo tiempo que reconozco una cierta tendencia hacia la repetición en todos mis trabajos; persiguiendo constantemente las mismas inquietudes y preguntas, aún formuladas de múltiples maneras, que en último termino encuentran su transposición en el arte. Estas pueden definirse a través del significado que le confiero a dos infinitivos en particular: hilar y habitar. Entiendo hilar como interpretar imágenes y estructuras como la de la tela de araña, u otros elementos orgánicos y naturales de este tipo, a modo de recurso a la hora de generar un lenguaje visual y textual. Asimismo, con habitar me refiero a incluir el espacio expositivo y/o de taller como un elemento de trabajo dentro de la práctica creativa, y un material susceptible a la creación artística. La obra que resulta, responde a este interés por unir ambas dimensiones espaciales: la del recuerdo que adquiere forma empleando estructuras de red, y la del lugar de trabajo y creación cuyos límites se difuminan con el sitio de exposición. 

Formalmente, mi principal aspiración consiste en abrir una conversación en torno a las posibilidades de convergencia que existen entre el dibujo y la escultura, entendiendo la segunda como dibujo en el espacio. Por medio de la repetición, la seriación o la proyección, elaboro piezas cuya principal característica consiste en establecer juegos visuales entre elementos que se ocultan y muestran al mismo tiempo. Exigiendo de una aproximación física por parte del espectador, para ser comprendidas en su conjunto. Así como la presencia de diferentes capas de lectura, que fuercen un recorrido corporal del espacio muy determinado.